Estamos acostumbrados a comprar libros, música o regalos en general por Internet, pero
¿qué se nos pasa por la cabeza cuando nos planteamos comprar un producto de un precio mucho más elevado, como es el caso de un coche?
El comercio electrónico no está a la vuelta de la esquina, está ya aquí con nosotros y mucho más consolidado de lo que pensamos, prueba de ello es la compra de 24 coches a través de la página de Amazon…
Estas campañas están enfocadas a observar la reacción de los usuarios frente a un cauce de distribución novedoso como es la compra ON LINE, pero no creo que se limite a la venta en sí de un automóvil, ya que también tenemos una atención al cliente post-venta, un mantenimiento del vehículo y una distribución de piezas de repuesto. No todos estos servicios se pueden realizar ON LINE, pero lo que se ve a raíz de este artículo y la campaña realizada es una clara tendencia a la compra desde casa, ya que tenemos amplia información sobre modelos, prestaciones, acabados o extras de cualquier modelo de automóvil que hay en el mercado. Esto deja a los concesionarios oficiales de lado, pero aunque pierdan un cierto cupo de mercado (que se lo quitarían sus mismos suministradores), estos establecimientos juegan un papel fundamental en el trato al cliente y la relación post-venta (que todo hay que decirlo, la tienen bastante olvidada los concesionarios oficiales, con eso de que venden coches y no ponen especial cuidado en mantener un cliente después de la compra).
Anteriormente he mencionado un dato que en muchas ocasiones echa para atrás una compra por internet y me refiero a la compra de artículos de gran valor, por el riesgo que supone una transacción de estas características sin ver la cara del vendedor. En este campo tendría que mencionar las ventas fraudulentas que se dan, principalmente en artículos de poco montante, pero que hace que desconfiemos en cierta medida de la venta por internet. Los especialistas aconsejan utilizar tarjetas virtuales para minimizar el riesgo de manipulación por parte de hackers. Todos estos factores hacen que la implantación de la venta de coches por internet no sea algo que se vaya a imponer rápidamente.
Día a día vemos como la industria del automóvil se va automatizando. Esto hace que los procesos de producción se puedan abaratar, pero ¿qué ocurriría si pudiéramos comprar por internet un coche personalizado, con los extras y detalles que yo quisiera? En ese caso, ¿se conseguirían precios de producción y venta tan competitivos?, o ¿tendrían que venir los Chinos a ofertar coches más baratos?, estas cuestiones solo las responderá el devenir del mercado y la tendencia de los compradores jugará un papel relevante.
Mientras tanto, continuaremos disfrutando del vendedor de coches que, como los comerciantes del medievo, nos abordan a la entrada de los concesionarios y nos llenan la cabeza de las ventajas de tal o cual modelo, describiéndonos al detalle los extras y las últimas novedades del mercado.